martes, 30 de enero de 2018

Tres palabras


Tres palabras volando
Tres palabras en los huecos sordos del día
Un animal pequeño en los brazos de la tierra
Quiero decir más. Quieren despertar más las sombras
las cabezas desempleadas, el rumor del otoño
boquiabierto ante las señales de espera.
Techo color azul de sueños
Nube partida en dos por un pájaro encima de los suelos asombrados
Quieren desprenderse los montes y desnudarse las piedras
Todos los caminos se dirigen a lo neutro que sin embargo muere
cuando salimos de la puerta y andamos un paso fuera de los muros
No veo la columna que me sostiene ni el aire que la atraviesa
He viajado solo para decir que estoy solo en la memoria perdida
He dormido cuatro veces en un dormitorio vacío
y ahora comienzo a pagar las deudas contraídas
Una bella mujer se aproxima soy amable y sonrío
Soy también alguien que se acuesta en los páramos
y que mira por su propios ojos la luz de las muchas frentes apagadas
Estoy jugando contigo
y estoy jugando con una hoja apenas de retorno hacia la tierra

domingo, 28 de enero de 2018

Oficina I


No he hecho otra cosa
que esquivar sujetos y objetos
No voy por ninguna mercancía
Soy tan joven como la araña
en la esquina de los cuartos
Soy verde metálico y lloroso
y hago mi vida también en el mundo
como otros empleados sin suerte

Oficina II


Voy a escribir sin relación
con lo que pasa en el insomnio
Voy a rebelarme ordinariamente
bebiendo café desde la lluvia
No tengo mas diversiones ahora
ni voy a inventarlas sin permiso
de un yo primitivo y calcinado
No me parezco a una multitud
ni a una gota cayendo del techo
Hago imágenes de pura memoria
La tierra y el pan que son necesarios

Oficina III


Podría ser solo fin y principio
Nada de transcursos nada de apetito intermedio
Llegar a casa
Soltar la presencia a favor de los muros y sus ojos
Salir muy temprano y abrigarse contra paraísos ajenos
Nada de coches nada de visitas y trabajos
Una sola quimera en los anteojos
Abrir hasta donde sea posible la ventana y la puerta

Oficina IV


La sombra
debe aparecer en el espejo
cuando los niños juegan en la calle
Los pies de estos niños
deben correr sin prisa
hacia las terrazas
hacia el mármol vacío
La tierra hacia el viento y la lluvia

viernes, 26 de enero de 2018

Autobiografía


Yo era de biografía terrestre
Tenía la piedra caliza y el mezquite
bajo las uñas sin recortar
escribía cartas a mi abuela
estudiaba los libros vaqueros
y la Biblia
Yo era el niño sol
en el ombligo de la vaca moribunda
Tus pechos eran por entonces dos cabras
jugando en el desierto bajo la primavera
Me dijeron que las rosas purísimas
que la siembra de marihuana
y la decencia católica
Me dijeron que la rueda
el amor por internet
Europa y China
Yo estaba fragmentado
y amando lo disperso:
los renacuajos en el lodo
los ojos de noviembre
y sus astillas

sábado, 20 de enero de 2018

Frases dispersas



Eres mi hoja blanca y allí escribo
casi siempre en desorden la hora
...

II

algunos logaritmos son palomas y agujas y llaves silvestres  

III
...
Este invierno y esta silla en el patio se mudan a tu oreja

Austin


No pasan de cuarenta
las mañanas
no son más que palomas y cenizas sobre la llovizna
Septiembre se aleja
y es indivisible
aún para los que pronostican
para los que venden agujas
para los que toman cerveza
dentro de Capital Metro

Vivo en Austin

Era necesario
que los edificios transparentes
toquen mis ojos metálicos
que los árboles sean encinos
que los tatuajes y la naturaleza
que los automóviles y los ardillas
que las banderas y las mejillas
que el sol y las finanzas  personales
que los ciclistas me rebasen
como sombras inocentes
cortando una montaña

Utopía de la oficina


decirle paloma
hallarle una sombra
construir una casa
[con nuestras manos de burócrata]
llevarla al patio mientras llueve
ponerle nombre de flor oscura a su parpado
conocerla exactamente
sus demoras sus rabias
su mañana
adecuarme a su experiencia del tráfico
alejarme sin cenizas ni aromas

sábado, 6 de enero de 2018

Primavera en la Ciudad de México


hacer agujeros
imaginar un paraíso
unir los escarabajos con el viento
escribir sin cuota para árboles y pájaros
llenar la ciudad de figuras en los muros y en las bancas
detener los automóviles con la mirada del anciano
vigilar la ausencia de nubes
Rodear


Verano en la Ciudad de México


Lloverá siempre
La ciudad sencilla
como una habitación
Las maquinas antiguas
repletas de caballos y girasoles
El mar profundo que es el transporte
en calma  mientras escribo alcoholes y amor
Encima de todo un cielo continúo y firme

Otoño en la Ciudad de México


…el aguacero se derrumba contra la ciudad
Las sílabas de lo extraño
reconstruyen las plazas comerciales
los jardines públicos
los cafés
los inventarios
la partida de ajedrez con sus guitarras y pájaros
Los niños llevan a su madre al dentista
Los ancianos en realidad esperan
El funcionario público y el sacerdote exhiben su torpeza
El comerciante protege discos piratas
El viento se burla
Las cucarachas abren alas de pavimento luminosas…

jueves, 4 de enero de 2018

Invierno en la Ciudad de México


En otra ciudad  el agua y la luz devoran  el invierno
En otra ciudad los ancianos alimentan palomas con raíces
En otra ciudad el ocio es un crimen
En otra ciudad las cadenas de la lluvia liberan colores fríamente
En otra ciudad crece la hierba  
En otra ciudad los espejos son gigantes y oscuros


martes, 2 de enero de 2018

Ciudades


… el hombre que construye la ciudad no podrá escribir
convertirá el yeso en higo maduro
pero sin sabor ni pesadumbre de verano
los agujeros los martillazos serán su espejo
Las gotas de sangre de mosquito germinan ahora
Las gotas de sangre de cucaracha en los pasillos
Las gotas de lluvia carcomen el alero
El hombre que habita la ciudad no podrá escribir
convertirá el yeso en gota de sangre fría y cotidiana
Sus manos buscan en los muros
una rosa que existe remolida
una rodilla extraña
quizá el mar…

lunes, 1 de enero de 2018

Tríptico del desierto


I


Los mezquites de mi casa y sus cuervos
buscan la luna inacabada sobre el muro
El pájaro carpintero y la flor de granada
sostienen la piedra de basalto fríamente



II


Por la carretera circula el correcaminos
Espero la lluvia mientras cicatriza su huella en el pavimento
Espero la jornada de los colibríes y una jacaranda quebrada
La cantera mojada al final de la tarde plomiza
y los cantaros llenos de mosquitos como pesadumbre
y los arroyos renaciendo 
Mientras me abrazo
a la sombra de una palma que sostiene la tarde
al cuervo sobre el encino de la luna
al espejo de la laguna ausente
Y crece entonces una palabra que se convierte  
en venado de cantera y primavera y desierto



III


Todo es desierto
La tarde de sal
La nube de arena
y los escarabajos
La mirada al poniente
y el silencio de cantera
y la noria entre tus piernas
y el salitre que mata a los caballos
En esa ladera
habitan las tortugas del desierto
y crecen como biznagas
Allá abajo están los números
Cuatro vientos
Una palma llena de abejas
Cuatro caballos
Una mariposa en el enjambre
cinco días después de la lluvia
Un garambullo en el sendero de luciérnagas
Cientos de hormigas rojas
Cuatro gotas de rocío sobre los encinos
y desolar